A 34 años vista, un puñado de adolescentes deambulábamos por las clases de un colegio regentado por los Padres Agustinos, unidos por la idea de "comernos al mundo por los pies". En aquella época creíamos que estábamos preparados para lanzarnos a construir lo que aún quedaba por construir, a diseñar lo que aún quedaba por diseñar y, en definitiva a vivir lo que aún nos quedaba por vivir. No en vano, fuimos preparados para ello por un elenco de profesores que, salvo raras excepciones, pusieron todo su empeño en dicha ardua labor. Recuerdo que nos quejábamos de algunos de ellos, por su rigidez y su extremada severidad. Pero después de pasar por ellos, nos cogió esa otra profesora llamada "vida" y esta se encargó de ponernos a cada uno en nuestro lugar acudiendo cada día a estudiar la mayor de todas las asignaturas, aquella que nos enseñó a descubrir realidad, y que, por suerte o por desgracia, para bien o para mal, solo se cursa en una sola Universidad: "La vida misma".

A 34 años vista, me encontré con mis antiguos compañeros de colegio... la sensación fue como si el tiempo no hubiese pasado, a unos los reconocí enseguida, "Tudelini", "El largo", "El Code", "El Guede", "El Cobos", "El Carrillo", "El Cifu", "Los Franqui", y como no, "El Gómez Carmona", santo y seña de aquella promoción, siguen siendo los de siempre, los de mi clase, los del aquel "Barrio Chino" que siempre estará en mi, cada vez, más frágil memoria. A otros, los fui reconociendo por el nombre y, a otros, los echamos en falta por su ocasional ausencia o, en el peor de los casos, desgraciadamente por su fallecimiento.

A 34 años vista, todos éramos los mismos y, al mismo tiempo todos éramos diferentes... Todos veníamos de un mismo Colegio y, a su vez, pese a seguir senderos distintos, todos estábamos diplomados en una misma Universidad de la Vida que, lo mejor que nos pudo enseñar es a conservar un grato recuerdo de aquellos años 68-75 que, sin duda ninguna, cada primer viernes de Junio, volveremos a evocar.

A todos ellos, estén o no, mi agradecimiento por haber contribuido a aprobar mi gran asignatura pendiente... la de la vida.

¡ GRACIAS COMPAÑEROS ¡ ... hasta el año que viene.

Pedro Luis Corrales Ibáñez

Licenciado en la Universidad de la Vida.